15 de septiembre de 2011

a Walter, porque para él tampoco existe el tiempo y José Luis, por ser mi lector favorito.

Así son los que no aceptan el tiempo.
Aman con fuerza lo que sus manos tocan cada momento; aman las cosas que vienen y que van,
y el amor que se va con ellos.
Le dan la bienvenida a cada noche que cae, porque cada noche trae consigo el abrigo de un cielo caminante, de historias que se crean con cada respiro.
Quienes no aceptan el tiempo son valientes, no se guardan la razón, viven sin razón. Viven sin razón porque no la necesitan, viven sin brújula porque no tienen destino.
De ellos es la constante lucha, la lucha por el deleite permanente y el asombro constante, de ellos es la luz.

Todo les sabe a gloria. La tristeza, la felicidad, la angustia, la paz, porque saben que de eso se forman los momentos gloriosos, de la libertad de un sentimiento.
Ellos son quienes viven con los ojos abiertos, despiertos ante lo inmediato, llenos de emoción.

Así son los que no aceptan el tiempo, llenos de amor, porque cuando aman, el tiempo no existe.