25 de febrero de 2013

Hace poco escribí una serie de cartas que fueron entregadas, todas, con una canción incluida. Lo más seguro es que esa persona no lo sepa, quizás ni siquiera lo imagine, pero cada canción fue cuidadosamente seleccionada para crear un efecto "ni muy muy, ni tan tán" en cuestión de la típica declaración que solemos hacer entre líneas: a mí no me eres indiferente.

Hoy, sin embargo, para mí es un día de esos...

¿Por qué nos declaramos a nosotros mismos perdedores cuando el juego no ha terminado? Tengo 24 años, soy más joven de lo que creo, estoy parada en los escalones que, estoy segura, me llevarán a lo alto (aún cuando no sé qué tan larga es mi escalera, ni tampoco a qué altura estoy parada). El camino apenas comienza, no puedo derrotarme a mí misma, no hoy y no así. Pero, también, qué le hago? hoy es un día de esos...


Hoy es un día de esos en que puedes perder la razón, y el corazón, pierdes la calma. 

22 de febrero de 2013

21 de febrero de 2013

A veces uno se cansa de cantar, y yo lo comprendo; pero una cosa quiero que quede clara: siempre, siempre te escuché cantar y por dentro, tu sabías, yo cantaba de regreso.... para ti.



"My girl awaits for me in tender time 
My girl is mine, she is the world"

2 de febrero de 2013

Uno nunca sabe lo que las palabras, los silencios, intentan decir. Yo nunca sé hasta donde es permitido hablar sólo con letras, yo nunca sé hasta donde es considerado el silencio como una muestra de paciencia (y no una derrota). 
Para ser más exacta, nunca sé hasta cuándo es necesario dejar que se calmen las aguas o comenzar a insistir, fervientemente, en algo que se desea (sin caer en la insistencia vana). 

Te estoy dando tiempo, aunque no quiera. 


No es una condición, sólo trato de no asfixiarte...


Di-lo, no lo olvido: ego.