No sé creer en la reencarnación pero cada vez que veo a los ojos de mis perros sé que los conozco de vidas atrás. Sus almas me recuerdan al amor que alguna vez tuve y que se adelantó. Veo en sus ojos la bondad de mis abuelas, la fuerza de mis abuelos y lo más curioso es que veo también un pedacito de mí que no recordaba que existía.
6 de abril de 2018
23 de febrero de 2018
Humano, demasiado humano- dijo Nietzsche. Y aquí estoy yo siendo demasiada humana.
Hace casi dos años decidí irme lejos y parece como si el tiempo, el espacio, la distancia, las leyes naturales me lo estuvieran reprochando.
Veo a tantos conocidos siempre anhelando irse, no regresar, olvidar el origen... y aquí estoy yo, con el dolor en la piel y en el rostro queriendo volver.
Dos años de pérdidas, de perderme también a mí en el dolor de dejar ir a mis seres amados... y si no me hubiera ido?
Y acá, del otro lado, está nevando.
Adiós abuelita, te despides de mí en forma de nieve, hermosa, blanca, con una nostalgia que no me cabe en el corazón.
Hace casi dos años decidí irme lejos y parece como si el tiempo, el espacio, la distancia, las leyes naturales me lo estuvieran reprochando.
Veo a tantos conocidos siempre anhelando irse, no regresar, olvidar el origen... y aquí estoy yo, con el dolor en la piel y en el rostro queriendo volver.
Dos años de pérdidas, de perderme también a mí en el dolor de dejar ir a mis seres amados... y si no me hubiera ido?
Y acá, del otro lado, está nevando.
Adiós abuelita, te despides de mí en forma de nieve, hermosa, blanca, con una nostalgia que no me cabe en el corazón.
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