22 de septiembre de 2014

Planté un árbol para ver el mundo*

Quizás dios era eso.
Ese sentimiento al ver a mi madre, al perdonar a mi padre, ver crecer a mis hermanos...
Quizás dios es eso, el bien que aún respira en el mundo, la esperanza que no muere, la vida que aún queda.
Y es que es indescriptible, ilimitable, incontenible. Es más que amor.
Lo que sentí ese día, lo que era más grande que yo, lo que no me cabía en el cuerpo sin duda era dios... sin duda era la eternidad.