23 de febrero de 2018

Humano, demasiado humano- dijo Nietzsche. Y aquí estoy yo siendo demasiada humana.

Hace casi dos años decidí irme lejos y parece como si el tiempo, el espacio, la distancia, las leyes naturales me lo estuvieran reprochando.
Veo a tantos conocidos siempre anhelando irse, no regresar, olvidar el origen... y aquí estoy yo, con el dolor en la piel y en el rostro queriendo volver.

Dos años de pérdidas, de perderme también a mí en el  dolor de dejar ir a mis seres amados...  y si no me hubiera ido?

Y acá, del otro lado, está nevando.

Adiós abuelita, te despides de mí en forma de nieve, hermosa, blanca, con una nostalgia que no me cabe en el corazón.

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