23 de septiembre de 2008

El concepto de tiempo está ligado inevitablemente a los cambios. Si éstos no ocurrieran, la percepción temporal no existiría. Es la evolución, en el sentido más amplio, la que hace posible medirlo. La salida y puesta del Sol que da lugar a la alternancia del día y de la noche; las fases de la Luna, que abarcan un mes; el paso de las estaciones, y con ellas de los años. Y el envejecimiento, que el ser humano ve en sí mismo y en sus congéneres. Pero aunque no hubiéramos constatado su existencia e inventado cómo medirlo, el tiempo continuaría pasando, pues es una variable independiente.

1 comentario:

nathan dijo...

pero aunque continue su curso puede alterarse..