14 de marzo de 2010

Los amores cobardes no llegan a amores ni a historias, se quedan allí.
Ni el recuerdo los puede salvar, ni el mejor orador conjugar.


Dejar de ser cobarde, para ser valiente. Quizás hoy en la noche no salte por tu ventana, pero, he de decirte unas cuantas cosas dentro de poco.

Sí, estoy teniendo la gentileza de prevenirte...

* para que la caída valga la pena

No hay comentarios: