13 de junio de 2011

jamás me fijé en la estética de tu rostro,
no en sus formas, ni en sus colores.

Me fijé en el brillo de tus ojos, en el porte de tu sonrisa,
en la firmeza de tu voz, la pureza de tus pensamientos
y en tu forma de abrazarme, temblando, esa noche fria en la orilla del mar.

Me fijé en la ternura de tus manos para sostenerme y no dejar que me perdiera...
Me fijé en tu forma de ignorarme y dejarme ir.

siempre te extraño, la eternidad, a veces, tiene tu nombre: anaranjado,
como aquél atardecer de tus labios sobre mi frente

... y que, me atrevo a apostar, seguramente no recuerdas

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