19 de marzo de 2014

Hay cosas tan hermosas, de belleza tan majestuosa, que siento que ni siquiera puedo mirarlas. Siento que no caben dentro de mis ojos, no caben en mi pensamiento, no caben dentro de mí... 
Y en esa necesidad de espacio, ellas dejan de existir para mí, de ser externas, dejo de verlas desde afuera, ya no están a lo lejos. En esa necesidad de espacio, me he dado cuenta, he comenzado a existir junto con ellas. En ellas me integro, en ellas me transformo. Soy la belleza misma, la belleza que veía brillar a lo lejos. 
Soy la belleza hecha carne, soy la mujer que crea con los ojos.


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